Cuento a partir de: nubes, almíbar y añil
AZUL ESPERANZA
Ayer llovió.
Quizá por eso hoy el cielo luce un azul limpio, un añil alegre, moteado de inmaculados sueños infantiles, de deseos lanzados al vuelo, de fantasías de jóvenes danzantes sobre un tapiz de verde optimismo, de corazones que persiguen labios de almíbar, de quimeras alcanzables, de soplos de poesía.
Y la tierra, verdeante, viste sus mejores galas; la retama se abre para escuchar el tintineo de campanillas y violetas, las risas de margaritas y dientes de león, el murmullo de abejas y mariquitas y el vaivén que mece las sonrojadas amapolas.
Día a día las nubes se ensucian de dudas, de dificultad, de decepción.
Y se enturbian de tristeza, de recelo, de indecisión, de desánimo.
Y se ensombrecen de pena y de pesimismo.
Y el sol se esconde tras nimbos enlutados.
Mañana lloverá.
Montse Villares
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