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UN MUNT DE MOTS

Cuento a partir de: meliflua, eugenesia y ansia.

Cuento a partir de: meliflua, eugenesia y ansia.

Al abrir los ojos, lo primero que vio fue un blanco escrupuloso y aséptico, mientras la vista resbalaba por su entorno. El resto de los sentidos iban tomando posiciones, por lo que pudo reconocer el eco sordo de la calle que provenía de la ventana. A su alrededor poco a poco la habitación 55 del hospital iba tomando forma.

Los recuerdos empezaban a colarse presionando sus sienes. En un acto inconsciente su mano se deslizó por su vientre, ahora huérfano.

Él la observaba. Cuando sus miradas se encontraron esbozó una sonrisa tierna y sincera, aunque sus ojos delataban miedo.

Todo había pasado tan rápido, que apenas habían tenido tiempo para enfrentarse a la decisión. Una voz meliflua y pausada les anunciaba que el triple screening no había salido bien, por lo que deberían ir a la consulta para realizar una amniocentesis, urgente y asegurar así el diagnostico.

El diagnostico reveló que el par 21 no tenía dos sino tres cromosomas, tres malditos cromosomas. A partir de ese momento un equipo médico les explicó los pros y los contras y les aconsejó una interrupción del embarazo antes de la semana 22 lo que les daba menos de una semana para decidir qué hacer.

Después de unos eternos siete días donde los nervios y el ansia por que todo acabara, los tuvo en jaque, decidieron que la eugenesia ganase la partida.

Quería convencerse de que había tomado la mejor decisión, que no solo lo había hecho por ella, sino por todos, aunque la sensación de vacío de su vientre no le daba tregua.

Solo cuando él, que siempre la había intuido, la abrazó, pudo recuperar la calma y tuvo la certeza de que el tiempo acabaría borrando poco a poco, el sentimiento de pérdida que en ese momento invadía todo.

Eva

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