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UN MUNT DE MOTS

Cuento a partir de: milagro, verdad y zarrapastroso.

Cuento a partir de: milagro, verdad y zarrapastroso.

LA LOTERÍA

 

El corazón me va a mil por hora, creo que estoy a punto de que me dé un infarto , aunque espero que no, solo me faltaría eso, ¡ahora no! . Estoy a un número, el cuatro, de que me toquen cien millones de euros, una cantidad que marea solo pensarla. La ilusión de toda mi vida, semana tras semana desde que cumplí diecisiete años pensando en este momento. Ya está, lo van a decir, ¡Dios! El milagro se ha producido, el cuatro, mi número, el que me faltaba. Apago la radio y respiro lentamente intentando tranquilizarme.

Introduzco el boleto en el bolsillo del abrigo y salgo a dar una vuelta, necesito aire. Ya en la calle rememoro todos mis planes para cuando se produjera este momento, todo está pensado y estudiado, pues estaba claro que un día me tocaría. No llevaré el boleto al Banco, no quiero que nadie sepa la verdad, iré a cobrarlo directamente a Madrid, a la central. El dinero en metálico lo repartiré en distintas entidades, nadie sabrá nunca cuanto tengo exactamente. Ya veremos si a mi familia y amigos les doy algo, ya veremos a quién…, ya veremos cuanto…

Inmerso en estas cavilaciones  tropiezo con los pies de un pobre, que sentado en el suelo, pide limosna. No puedo evitarlo, me siento generoso. Me acerco al oído y le digo –Has tenido suerte de que tropezara contigo, hoy soy uno de los hombres más ricos de este planeta–. Seguidamente vacio en su cajón todos los billetes  que llevo encima  repartidos en mis bolsillos, una mala costumbre, pero que ya es tarde para modificar.  Continúo andando sin rumbo y con una sonrisa boba reflejada en mi cara.

Me doy la vuelta, solo por ver la cara de sorpresa y felicidad del mendigo, más el estupor es mío cuando veo al zarrapastroso correr calle arriba. De repente me embarga un temor, y al llevar la mano al bolsillo se confirma. Nunca volveré a tener en mi mano cien millones.

 

Nita Coquard Calvo

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